La continua devaluación de la Naira nigeriana (NGN) y la escasez de divisas han dado lugar a un enorme mercado negro de dólares estadounidenses. Como el mayor productor de petróleo de África, la economía de Nigeria depende en gran medida de las exportaciones de crudo, con los ingresos del petróleo representando el 95% de las reservas de divisas y tres cuartas partes de los ingresos fiscales del gobierno. Sin embargo, las fluctuaciones en los precios del petróleo y una disminución en la producción nacional (de un pico de 2.44 millones de barriles por día a 2.27 millones de barriles) han llevado a mínimos históricos en la tasa de cambio de la Naira.
En febrero de 2024, la tasa de cambio del Naira al USD cayó a un mínimo histórico. El fracaso del sistema financiero tradicional obligó al público y a las empresas a recurrir a alternativas. En este contexto, las stablecoins en dólares como USDT y USDC, que proporcionan funciones de preservación contra la inflación, se han convertido en sustitutos prácticos de los dólares del mercado negro, dando lugar a la conexión entre las criptomonedas y las monedas fiduciarias locales. Web3 Ecosistema de pagos. África, como la región con el crecimiento más rápido en la adopción global de criptomonedas (tasa de crecimiento anual del 45%), ha visto cómo sus aplicaciones de stablecoin han pasado de ser herramientas especulativas a infraestructura financiera esencial.
Las tasas de cambio oficiales y del mercado negro del Naira exhiben un significativo “sistema de doble pista”. En los canales oficiales, la tasa de cambio del Naira al dólar estadounidense fluctúa alrededor de 1486:1; sin embargo, en el mercado negro no regulado, la tasa de cambio ha superado los 1515 Naira por 1 dólar estadounidense. Esta discrepancia de precios destaca la seria desconexión entre las políticas de control de divisas y la demanda real del mercado.
En mayo de 2024, el Banco Central de Nigeria intensificó su represión, prohibiendo el comercio de divisas extranjeras en la calle, mientras aumentaba significativamente los requisitos de capital operativo a nivel nacional para las Bureau de Change (BDC) de 35 millones de Naira a 2 mil millones de Naira (aproximadamente 1.4 millones USD), en un intento de frenar el comportamiento especulativo. Sin embargo, el endurecimiento de las políticas ha exacerbado en cambio la dependencia del mercado de las stablecoins. Las empresas y los individuos están utilizando plataformas de depósito y retiro conformes como Yellow Card y Bridge para intercambiar moneda fiduciaria por stablecoins para preservar el valor de los activos o para pagos transfronterizos, trasladando el comercio en el mercado negro de fuera de línea a mercados P2P en cadena, formando una nueva red de mercado negro “oculta pero más activa”.
La futura tasa de cambio del Naira y la demanda de stablecoins estarán impulsadas por tres factores: intervención política, fluctuaciones en el precio del petróleo y la madurez de Web3 infraestructura. A corto plazo, si el Banco Central de Nigeria continúa con sus controles de divisas y no puede aumentar la liquidez en dólares, la tasa de cambio en el mercado negro del Naira puede caer aún más al nivel de 1600:1. A mediano plazo, si los precios del petróleo no repuntan por encima de $70 por barril (el punto de equilibrio para el presupuesto fiscal de Nigeria), las reservas de divisas del gobierno lucharán por apoyar el valor del Naira. La fuerza decisiva a largo plazo proviene de la expansión de las redes de pago Web3, como la plataforma Bridge adquirida por Stripe, que ha realizado liquidaciones de pagos globales en stablecoins; el proyecto local nigeriano Convexity lanzó una stablecoin regulada cNGN, intentando establecer nuevos canales de pago fuera del sistema tradicional. Si estas infraestructuras se generalizan, el efecto de sustitución de las stablecoins por el Naira se profundizará, socavando aún más la autoridad de la tasa de cambio oficial.
El futuro de los pagos Web3 en África va mucho más allá de las “herramientas de arbitraje de Tasa de cambio”; su valor fundamental radica en reconstruir la inclusión financiera. África tiene 400 millones de usuarios de pagos móviles, pero enfrenta un dilema con el 70% de los países experimentando escasez de dólares. Las stablecoins permiten una función de “cuenta en dólares global” a través de teléfonos móviles, llenando los vacíos dejados por los bancos tradicionales en escenarios como el ahorro (por ejemplo, el protocolo Jia ofrece un margen de tasa de interés del 24%), el comercio transfronterizo (el volumen anual de procesamiento de pagos de Conduit alcanza los $10 mil millones) y el microcrédito (protocolo Haraka).
En el ámbito regulatorio, aunque Nigeria una vez prohibió el comercio P2P de criptomonedas, el Proyecto de Ley de Finanzas de 2023 ha incluido los activos digitales en el marco del impuesto sobre las ganancias de capital (tasa impositiva del 10%), lo que indica que el proceso de cumplimiento es irreversible. Con plataformas como Yellow Card y KotaniPay continuando su expansión, junto con gigantes como Visa y PayPal promoviendo liquidaciones en stablecoin, se espera que África omita la fase bancaria tradicional y entre directamente en la red de pagos de próxima generación basada en blockchain—no hay necesidad de persuadir a los usuarios, “la vida los obligará a usarlo.”