En el mundo Cripto, las técnicas de estafa son interminables. Como dice la famosa cita de Charles Ponzi, algunos fraudes diseñados cuidadosamente pueden engañar incluso a los expertos en identificación de fraudes. Recientemente, viví una peligrosa experiencia de inversión: después de obtener una ganancia de cien dólares al principio, invertí 90 dólares de esa cantidad, pero de inmediato sentí que algo estaba mal, así que vendí decididamente a un precio de 0.96. Aunque logré conservar la mayor parte de mis fondos, aún tuve pérdidas. Después, el Token efectivamente cayó a 0.62, lo que validó mi juicio.
Los llamados "direcciones de agujero negro" promovidos por este tipo de proyectos son en realidad solo una fachada, y su esencia es similar a un esquema Ponzi: los participantes tempranos obtienen ganancias, mientras que los inversores posteriores se convierten en las víctimas que llenan el vacío. Al investigar más a fondo, se descubre que el Token ya existía en miles de direcciones antes de que el público lo supiera, y el fundador dispersó el Token en varios monederos bajo su control, esperando a que los minoristas entraran al mercado para luego vender masivamente y obtener ganancias.
Aquellos que defienden el proyecto afirman que el fundador no obtuvo ganancias, pero esto es claramente ilógico: si el propósito de crear un Token no es obtener beneficios, ¿acaso es realmente un acto desinteresado? Como era de esperar, el Token ha sido etiquetado con una advertencia de riesgo de Lavado de ojos, y su valor está muy lejos del de un Token de calidad real. Como inversores, debemos mantenernos alerta y analizar cuidadosamente la veracidad de cada oportunidad de inversión.
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En el mundo Cripto, las técnicas de estafa son interminables. Como dice la famosa cita de Charles Ponzi, algunos fraudes diseñados cuidadosamente pueden engañar incluso a los expertos en identificación de fraudes. Recientemente, viví una peligrosa experiencia de inversión: después de obtener una ganancia de cien dólares al principio, invertí 90 dólares de esa cantidad, pero de inmediato sentí que algo estaba mal, así que vendí decididamente a un precio de 0.96. Aunque logré conservar la mayor parte de mis fondos, aún tuve pérdidas. Después, el Token efectivamente cayó a 0.62, lo que validó mi juicio.
Los llamados "direcciones de agujero negro" promovidos por este tipo de proyectos son en realidad solo una fachada, y su esencia es similar a un esquema Ponzi: los participantes tempranos obtienen ganancias, mientras que los inversores posteriores se convierten en las víctimas que llenan el vacío. Al investigar más a fondo, se descubre que el Token ya existía en miles de direcciones antes de que el público lo supiera, y el fundador dispersó el Token en varios monederos bajo su control, esperando a que los minoristas entraran al mercado para luego vender masivamente y obtener ganancias.
Aquellos que defienden el proyecto afirman que el fundador no obtuvo ganancias, pero esto es claramente ilógico: si el propósito de crear un Token no es obtener beneficios, ¿acaso es realmente un acto desinteresado? Como era de esperar, el Token ha sido etiquetado con una advertencia de riesgo de Lavado de ojos, y su valor está muy lejos del de un Token de calidad real. Como inversores, debemos mantenernos alerta y analizar cuidadosamente la veracidad de cada oportunidad de inversión.