La noticia que ha conmocionado a los mercados financieros proviene del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Basset, quien advirtió en una reciente audiencia del comité de la Cámara de Representantes que EE. UU. podría enfrentar una crisis de incumplimiento de la deuda pública a finales de este verano. Esta declaración contrasta notablemente con su postura anterior de afirmar que EE. UU. no podría incumplir.
Cuando un legislador preguntó cuándo Estados Unidos podría no ser capaz de pagar una enorme deuda nacional de hasta 36.9 billones de dólares, Basant dio como posible momento "a mediados o finales del verano". También reconoció que esta predicción es un "objetivo en movimiento" y que existe incertidumbre. Cabe destacar que la Oficina de Presupuestos del Congreso de EE. UU. ya había emitido una advertencia, según su análisis, el gobierno de EE. UU. podría agotar su capacidad de pago a mediados de agosto.
Bessent advirtió en la audiencia que si la propuesta de ley fiscal de Trump no logra ser aprobada, la economía estadounidense podría enfrentar el impacto más severo desde la crisis financiera de 2008. Subrayó que si no se resuelve rápidamente el problema del techo de la deuda, esto se convertirá en el golpe más grave que la economía estadounidense ha enfrentado en los últimos 15 años.
Además, Bessent también reveló los objetivos fiscales actuales del gobierno, con la esperanza de reducir la tasa de déficit presupuestario por debajo del 4% antes de que termine el mandato del presidente Trump.
Lo interesante es que, el 2 de junio, este ministro de Finanzas aún aseguró con confianza al público que la economía estadounidense no podría incumplir. Sin embargo, la realidad es que, debido al continuo deterioro del problema de la deuda nacional, Estados Unidos ha perdido su calificación crediticia perfecta que había mantenido durante mucho tiempo.
Los mercados financieros están siguiendo de cerca este desarrollo, y tal incertidumbre sin duda tendrá un profundo impacto en la economía global y en el mercado de activos digitales.
El contenido es solo de referencia, no una solicitud u oferta. No se proporciona asesoramiento fiscal, legal ni de inversión. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más información sobre los riesgos.
La noticia que ha conmocionado a los mercados financieros proviene del secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Basset, quien advirtió en una reciente audiencia del comité de la Cámara de Representantes que EE. UU. podría enfrentar una crisis de incumplimiento de la deuda pública a finales de este verano. Esta declaración contrasta notablemente con su postura anterior de afirmar que EE. UU. no podría incumplir.
Cuando un legislador preguntó cuándo Estados Unidos podría no ser capaz de pagar una enorme deuda nacional de hasta 36.9 billones de dólares, Basant dio como posible momento "a mediados o finales del verano". También reconoció que esta predicción es un "objetivo en movimiento" y que existe incertidumbre. Cabe destacar que la Oficina de Presupuestos del Congreso de EE. UU. ya había emitido una advertencia, según su análisis, el gobierno de EE. UU. podría agotar su capacidad de pago a mediados de agosto.
Bessent advirtió en la audiencia que si la propuesta de ley fiscal de Trump no logra ser aprobada, la economía estadounidense podría enfrentar el impacto más severo desde la crisis financiera de 2008. Subrayó que si no se resuelve rápidamente el problema del techo de la deuda, esto se convertirá en el golpe más grave que la economía estadounidense ha enfrentado en los últimos 15 años.
Además, Bessent también reveló los objetivos fiscales actuales del gobierno, con la esperanza de reducir la tasa de déficit presupuestario por debajo del 4% antes de que termine el mandato del presidente Trump.
Lo interesante es que, el 2 de junio, este ministro de Finanzas aún aseguró con confianza al público que la economía estadounidense no podría incumplir. Sin embargo, la realidad es que, debido al continuo deterioro del problema de la deuda nacional, Estados Unidos ha perdido su calificación crediticia perfecta que había mantenido durante mucho tiempo.
Los mercados financieros están siguiendo de cerca este desarrollo, y tal incertidumbre sin duda tendrá un profundo impacto en la economía global y en el mercado de activos digitales.