El 28 de abril de 2025, Mark Carney, el exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, lideró al Partido Liberal hacia una victoria abrumadora en las elecciones canadienses, convirtiéndose en el 24º primer ministro de Canadá. Este economista, conocido por su respuesta a la crisis financiera global, ha dado un giro dramático al pasar de la torre de marfil del banco central a las cambiantes aguas de la política canadiense. La victoria de Carney se debe en parte al aumento de la oposición a Trump y a su promesa de colocar a Canadá en una posición de liderazgo global en el ámbito de las nuevas tecnologías. Sin embargo, para la comunidad de criptomonedas, la elección de Carney plantea una pregunta urgente: ¿cómo moldeará su actitud cautelosa e incluso crítica hacia Bitcoin y las finanzas descentralizadas el futuro de las criptomonedas en Canadá?
Carrera forjada en la crisis
El camino de Mark Carney hacia la premiership no es tradicional, pero es impresionante. Nació en Fort Smith, en el noroeste de Canadá, y creció en Edmonton, Alberta, arraigado en la tierra canadiense, pero su carrera se ha extendido por todo el mundo. Carney tiene un título en economía de la Universidad de Harvard y un doctorado de la Universidad de Oxford. Su carrera comenzó en Goldman Sachs, donde trabajó durante 13 años en Nueva York, Londres y Tokio, acumulando experiencia en la gestión de complejos sistemas financieros.
En 2003, Carney se unió al Banco de Canadá como vicepresidente; en 2008, a la edad de 42 años, fue nombrado gobernador, liderando a Canadá para enfrentar con éxito la crisis financiera global. Introdujo políticas innovadoras como mecanismos de préstamos de emergencia y orientación sobre tasas de interés a futuro, protegiendo a la economía canadiense de los impactos más severos. En 2013, Carney se convirtió en el primer gobernador no británico del Banco de Inglaterra, enfrentándose al caos inicial del Brexit y la pandemia de COVID-19. Su estilo de liderazgo calmado y basado en datos le valió el apodo de "rockstar de los bancos centrales", un título que lo acompañó de regreso a Canadá.
Después de dejar el banco central, Carney pasó a desempeñar el papel de equilibrar el impacto financiero y social, desempeñándose como presidente de la Unidad de Inversión de Transición de Brookfield Asset Management y como enviado especial de la ONU para la Acción Climática y las Finanzas. En 2024, comenzó a asesorar al entonces primer ministro Justin Trudeau sobre el crecimiento económico, allanando el camino para sus propias ambiciones políticas. En enero de 2025, cuando Trudeau dimitió debido a la caída en picado de los índices de aprobación y a la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos, Carney aprovechó la oportunidad para ganar el liderazgo liberal con un asombroso 85,9% de los votos. Su campaña, centrada en contrarrestar los aranceles de Trump y fortalecer la soberanía de Canadá, ha conmovido profundamente a las personas que están ansiosas por la presión externa.
La actitud cautelosa de Carney hacia las criptomonedas: perspectiva del banco central
Los puntos de vista de Mark Carney sobre las criptomonedas, y Bitcoin en particular, están profundamente arraigados en sus décadas de experiencia como banquero central. En su opinión, la estabilidad del sistema financiero y el control centralizado de la política monetaria son las piedras angulares del funcionamiento económico, y las criptomonedas descentralizadas suponen un reto para este marco. En 2018, Carney dio un discurso en la Conferencia Económica Escocesa, donde dejó claro que Bitcoin tenía "graves defectos". Argumenta que el suministro fijo de Bitcoin de 21 millones conduce a tendencias deflacionarias, lo que dificulta que sirva como una reserva de valor estable o un medio de intercambio confiable. Durante una sesión de preguntas y respuestas en la Universidad de Regent en Londres, explicó que "Bitcoin ha fracasado casi por completo en la funcionalidad del dinero tradicional". En particular, criticó las fuertes oscilaciones de precios, señalando que el precio de Bitcoin se desplomó de casi USD 20,000 a menos de USD 3,000 entre 2017 y 2018, destacando su inadecuación como herramienta de negociación diaria.
La crítica de Carney no se limita a los defectos técnicos de Bitcoin, sino también a sus implicaciones sociales y económicas. En una entrevista con Bloomberg en 2018, dijo que el anonimato de Bitcoin lo convertía en un semillero para el lavado de dinero y las transacciones ilegales, amenazando la integridad del sistema financiero. Advirtió que la expansión desordenada del mercado de criptomonedas podría conducir a riesgos sistémicos, similares a la pérdida de control del mercado de derivados financieros antes de la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Además, Carney también expresó su preocupación por el auge de las stablecoins. En un discurso de 2021 ante el Banco de Pagos Internacionales, señaló que las stablecoins respaldadas por gigantes tecnológicos, como Libra, que Facebook planeaba lanzar en ese momento, podrían conducir a la dispersión de la liquidez en el sistema monetario e incluso debilitar la soberanía monetaria de los bancos centrales. Argumenta que la naturaleza centralizada de las stablecoins, controladas por un pequeño número de empresas, no solo no aborda la volatilidad de las criptomonedas descentralizadas, sino que también introduce nuevos riesgos de gobernanza.
Al mismo tiempo, Carney ha sido un firme defensor de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). Cree que las CBDC no solo pueden proporcionar la comodidad de los pagos digitales, sino también garantizar la estabilidad financiera y la transparencia regulatoria a través de la gestión centralizada. En un discurso de 2020, argumentó que "las CBDC pueden mejorar la eficiencia de transmisión de la política monetaria al tiempo que reducen los riesgos que plantean las criptomonedas privadas". En particular, enfatizó que las CBDC pueden combatir las actividades financieras ilegales a través de registros de transacciones rastreables, al tiempo que brindan a los consumidores costos de transacción más bajos que los sistemas de pago existentes. La postura de Carney está en línea con las tendencias de los bancos centrales globales, como el experimento del yuan digital del Banco Popular de China y el programa de euro digital del Banco Central Europeo.
Sin embargo, el complejo enfoque de Carney hacia las criptomonedas no es del todo negativo. Durante su mandato en la junta directiva de Stripe de 2021 a 2025, la compañía lanzó soluciones de pago habilitadas para criptomonedas que permiten a los comerciantes aceptar activos digitales como Bitcoin. Esto sugiere que Carney reconoce, al menos hasta cierto punto, el potencial de las criptomonedas en escenarios comerciales específicos, pero solo si están fuertemente reguladas. Carney dijo en una conferencia fintech en 2021 que "la tecnología blockchain tiene un potencial revolucionario en sí misma, pero su aplicación debe ser de interés público". Esta postura refleja el equilibrio entre su apoyo a la innovación tecnológica y sus reservas sobre la idea de descentralización. Es posible que esté más inclinado a utilizar la tecnología blockchain para escenarios controlados, como la gestión de la cadena de suministro, los pagos transfronterizos o la verificación de la identidad digital, en lugar de un ecosistema anárquico de criptomonedas.
El trasfondo de Carney en los bancos centrales lo hace extremadamente sensible a los riesgos del mercado financiero, lo que en cierta medida explica su actitud cautelosa hacia las criptomonedas. Como exdecisor que enfrentó la crisis financiera global y el Brexit, es muy consciente de las posibles repercusiones de la innovación financiera. En su discurso ante el Parlamento del Reino Unido en 2019, mencionó: "El rápido desarrollo de las criptomonedas requiere un marco de regulación coordinado a nivel global, de lo contrario, podríamos enfrentar una repetición de la crisis financiera de 2008." Este pensamiento sistémico lo lleva a preferir integrar las finanzas digitales en el sistema financiero existente, en lugar de permitir que crezcan de manera salvaje fuera de la regulación.
El " hechizo restrictivo " de las criptomonedas: ¿hacia dónde va Canadá?
El mandato del primer ministro Carney podría traer un entorno regulatorio cauteloso y estricto para la industria de las criptomonedas en Canadá. A diferencia del líder del Partido Conservador Pierre Poilievre, quien apoya públicamente las criptomonedas y critica la política anti-cripto de Trudeau, el programa de campaña de Carney enfatiza la innovación "prudente". Morva Rohani, directora ejecutiva del Consejo Web3 de Canadá, dijo a Cointelegraph que es poco probable que las criptomonedas se conviertan en un tema principal en las elecciones, ya que cuestiones más urgentes como la vivienda, la asequibilidad y los aranceles de Trump dominan la conversación. Sin embargo, los comentarios pasados de Carney sugieren que las finanzas digitales no serán ignoradas, solo estarán estrictamente reguladas.
En primer lugar, Carney podría impulsar el desarrollo de las CBDC. Su apoyo a largo plazo al dólar digital canadiense coincide con la exploración de la CBDC que está llevando a cabo el Banco de Canadá. A diferencia de la naturaleza descentralizada de Bitcoin, las CBDC otorgarán al gobierno un control total sobre las transacciones, lo que preocupa a los puristas de las criptomonedas. La memoria de la congelación de cuentas bancarias y transacciones de criptomonedas durante las protestas de los camioneros en 2022 por parte del gobierno de Trudeau aún está fresca, y Carney, al alinearse ideológicamente con Trudeau en la cuestión de las CBDC, podría intensificar las dudas del público sobre las criptomonedas.
En segundo lugar, la promesa de Carney de dar a Canadá una posición de liderazgo en "inteligencia artificial, tecnología e industrias digitales" podría brindar oportunidades para la innovación de blockchain, pero solo si está estrictamente restringida. Su plataforma hace hincapié en las reformas económicas impulsadas por la IA, y el potencial de la cadena de bloques para la gestión segura y transparente de los datos puede complementarla. Sin embargo, es probable que cualquier desarrollo de blockchain se lleve a cabo a través de un marco regulado y aprobado por el gobierno, y los protocolos descentralizados como Bitcoin y Ethereum pueden quedar marginados. Los usuarios de la plataforma X, como @JinJooWon, reflejaron este sentimiento, diciendo que las políticas de Carney podrían "encender la innovación de la cadena de bloques" pero dificultar la "descentralización".
En tercer lugar, el enfoque de Carney en los aranceles estadounidenses podría limitar el crecimiento de las criptomonedas. La guerra comercial de Trump, que incluye un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio canadienses, y la amenaza más amplia de aranceles, han provocado temores de una recesión. La respuesta de Carney –aranceles de represalia y diversificación de socios comerciales– mostró una postura pragmática y de aversión al riesgo. En este contexto, la volatilidad y la incertidumbre regulatoria de las criptomonedas pueden verse como una carga en lugar de un activo.
Kani VS Trump y Trudeau: el fuego y el hielo de las criptomonedas
Para entender el impacto potencial de Carney sobre las criptomonedas, es necesario compararlo con el presidente de EE. UU. Trump y el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Donald Trump: el opuesto pro-cripto
La segunda presidencia de Trump, que comienza en enero de 2025, sorprendentemente se ha vuelto favorable a las criptomonedas. Firma una orden ejecutiva que prohíbe el CBDC en dólares, mientras establece reservas estratégicas en Bitcoin, contrastando marcadamente con su postura durante su primer mandato. Trump apoya las criptomonedas como una herramienta para combatir la inflación, lo que ha entusiasmado a la comunidad cripto estadounidense. Su política contrasta directamente con la posición de Carney, lo que podría generar tensiones en las relaciones entre Canadá y Estados Unidos.
Carney aboga por el control centralizado y las CBDC, mientras que la adopción de la descentralización por parte de Trump podría atraer flujos de inversión en criptomonedas a Estados Unidos. Las nuevas empresas canadienses de criptomonedas, que ya se enfrentan a una estricta regulación, pueden encontrar más atractivo a Estados Unidos. Además, los aranceles y las amenazas de anexión de Trump han dominado el discurso político de Canadá, restando importancia a cuestiones nacionales como la regulación de las criptomonedas. Carney está centrado en hacer frente a la agresión económica de Trump y es posible que no tenga tiempo para promulgar una política detallada sobre criptomonedas que refuerce aún más su postura conservadora.
Justin Trudeau: Continuidad y cambio
El predecesor de Carney, Trudeau, también tenía una actitud escéptica hacia las criptomonedas. En 2022, criticó la plataforma pro-cripto de Poilievre como "temeraria". El gobierno de Trudeau priorizó el desarrollo de CBDC y congeló las transacciones de criptomonedas durante las protestas de los camioneros en 2022 para frenar el financiamiento de las protestas. La opinión de Carney es altamente coherente con la postura de Trudeau sobre las CBDC, pero su experiencia en finanzas globales y su estilo tecnocrático lo hacen destacar.
La política de criptomonedas de Trudeau es reactiva, impulsada por crisis políticas, mientras que la política de Carney puede ser más proactiva, arraigada en la filosofía de su banco central. Su énfasis en la inteligencia artificial y la tecnología indica que su enfoque hacia las finanzas digitales es más estratégico, y podría integrar la blockchain en los servicios gubernamentales, manteniendo al mismo tiempo una distancia de descentralización. Sin embargo, a diferencia de Trudeau, quien ha sido legislador durante muchos años, Carney carece de experiencia política electa, lo que puede hacer que perciba menos agudamente el sentimiento público, especialmente el de los jóvenes canadienses que apoyan las políticas de criptomonedas.
Un camino largo por delante: el equilibrio entre innovación y control
La llegada de Carney a la oficina del Primer Ministro podría reflejar su filosofía de gobernanza más amplia en cuanto a políticas de criptomonedas: prudente, cautelosa y priorizando la estabilidad. Su escepticismo hacia Bitcoin y las finanzas descentralizadas proviene de su experiencia en el banco central, lo que sugiere que la industria de criptomonedas de Canadá enfrentará una regulación más estricta y un avance hacia las CBDC. Sin embargo, su compromiso con el liderazgo tecnológico abre la puerta a la innovación en blockchain, siempre que esté alineada con las prioridades del gobierno.
Para la comunidad criptográfica de Canadá, el desafío radica en impulsar la descentralización en un entorno regulado. La visión global de Carney y su experiencia en gestión de crisis lo convierten en un líder sólido, pero su enfoque de arriba hacia abajo puede chocar con el espíritu de abajo hacia arriba de las criptomonedas. Como dijo un usuario de X: "¿Las finanzas digitales despegarán, mientras que la descentralización luchará?" La cuestión no es si Carney dará forma al futuro criptográfico de Canadá — lo hará — sino si podrá encontrar un equilibrio entre la innovación y el control.
En comparación con la política pro-cripto de Trump y las medidas reactivas de Trudeau, la visión de Carney es tanto ambiciosa como cautelosa, un plan burocrático para la era tecnológica. Si esta visión puede elevar el liderazgo tecnológico de Canadá o aplastar su potencial cripto, aún está por verse. Actualmente, la atención mundial se centra en Carney, este banquero que enfrenta crisis, que se enfrenta a su mayor desafío hasta la fecha: guiar a Canadá a través de las aguas desconocidas de la guerra comercial, la revolución tecnológica y las finanzas digitales.
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¿A dónde va el mercado de criptomonedas con la llegada del nuevo líder anti-encriptación de Canadá?
Escrito por: Luke, Mars Finance
El 28 de abril de 2025, Mark Carney, el exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, lideró al Partido Liberal hacia una victoria abrumadora en las elecciones canadienses, convirtiéndose en el 24º primer ministro de Canadá. Este economista, conocido por su respuesta a la crisis financiera global, ha dado un giro dramático al pasar de la torre de marfil del banco central a las cambiantes aguas de la política canadiense. La victoria de Carney se debe en parte al aumento de la oposición a Trump y a su promesa de colocar a Canadá en una posición de liderazgo global en el ámbito de las nuevas tecnologías. Sin embargo, para la comunidad de criptomonedas, la elección de Carney plantea una pregunta urgente: ¿cómo moldeará su actitud cautelosa e incluso crítica hacia Bitcoin y las finanzas descentralizadas el futuro de las criptomonedas en Canadá?
Carrera forjada en la crisis
El camino de Mark Carney hacia la premiership no es tradicional, pero es impresionante. Nació en Fort Smith, en el noroeste de Canadá, y creció en Edmonton, Alberta, arraigado en la tierra canadiense, pero su carrera se ha extendido por todo el mundo. Carney tiene un título en economía de la Universidad de Harvard y un doctorado de la Universidad de Oxford. Su carrera comenzó en Goldman Sachs, donde trabajó durante 13 años en Nueva York, Londres y Tokio, acumulando experiencia en la gestión de complejos sistemas financieros.
En 2003, Carney se unió al Banco de Canadá como vicepresidente; en 2008, a la edad de 42 años, fue nombrado gobernador, liderando a Canadá para enfrentar con éxito la crisis financiera global. Introdujo políticas innovadoras como mecanismos de préstamos de emergencia y orientación sobre tasas de interés a futuro, protegiendo a la economía canadiense de los impactos más severos. En 2013, Carney se convirtió en el primer gobernador no británico del Banco de Inglaterra, enfrentándose al caos inicial del Brexit y la pandemia de COVID-19. Su estilo de liderazgo calmado y basado en datos le valió el apodo de "rockstar de los bancos centrales", un título que lo acompañó de regreso a Canadá.
Después de dejar el banco central, Carney pasó a desempeñar el papel de equilibrar el impacto financiero y social, desempeñándose como presidente de la Unidad de Inversión de Transición de Brookfield Asset Management y como enviado especial de la ONU para la Acción Climática y las Finanzas. En 2024, comenzó a asesorar al entonces primer ministro Justin Trudeau sobre el crecimiento económico, allanando el camino para sus propias ambiciones políticas. En enero de 2025, cuando Trudeau dimitió debido a la caída en picado de los índices de aprobación y a la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos, Carney aprovechó la oportunidad para ganar el liderazgo liberal con un asombroso 85,9% de los votos. Su campaña, centrada en contrarrestar los aranceles de Trump y fortalecer la soberanía de Canadá, ha conmovido profundamente a las personas que están ansiosas por la presión externa.
La actitud cautelosa de Carney hacia las criptomonedas: perspectiva del banco central
Los puntos de vista de Mark Carney sobre las criptomonedas, y Bitcoin en particular, están profundamente arraigados en sus décadas de experiencia como banquero central. En su opinión, la estabilidad del sistema financiero y el control centralizado de la política monetaria son las piedras angulares del funcionamiento económico, y las criptomonedas descentralizadas suponen un reto para este marco. En 2018, Carney dio un discurso en la Conferencia Económica Escocesa, donde dejó claro que Bitcoin tenía "graves defectos". Argumenta que el suministro fijo de Bitcoin de 21 millones conduce a tendencias deflacionarias, lo que dificulta que sirva como una reserva de valor estable o un medio de intercambio confiable. Durante una sesión de preguntas y respuestas en la Universidad de Regent en Londres, explicó que "Bitcoin ha fracasado casi por completo en la funcionalidad del dinero tradicional". En particular, criticó las fuertes oscilaciones de precios, señalando que el precio de Bitcoin se desplomó de casi USD 20,000 a menos de USD 3,000 entre 2017 y 2018, destacando su inadecuación como herramienta de negociación diaria.
La crítica de Carney no se limita a los defectos técnicos de Bitcoin, sino también a sus implicaciones sociales y económicas. En una entrevista con Bloomberg en 2018, dijo que el anonimato de Bitcoin lo convertía en un semillero para el lavado de dinero y las transacciones ilegales, amenazando la integridad del sistema financiero. Advirtió que la expansión desordenada del mercado de criptomonedas podría conducir a riesgos sistémicos, similares a la pérdida de control del mercado de derivados financieros antes de la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Además, Carney también expresó su preocupación por el auge de las stablecoins. En un discurso de 2021 ante el Banco de Pagos Internacionales, señaló que las stablecoins respaldadas por gigantes tecnológicos, como Libra, que Facebook planeaba lanzar en ese momento, podrían conducir a la dispersión de la liquidez en el sistema monetario e incluso debilitar la soberanía monetaria de los bancos centrales. Argumenta que la naturaleza centralizada de las stablecoins, controladas por un pequeño número de empresas, no solo no aborda la volatilidad de las criptomonedas descentralizadas, sino que también introduce nuevos riesgos de gobernanza.
Al mismo tiempo, Carney ha sido un firme defensor de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC). Cree que las CBDC no solo pueden proporcionar la comodidad de los pagos digitales, sino también garantizar la estabilidad financiera y la transparencia regulatoria a través de la gestión centralizada. En un discurso de 2020, argumentó que "las CBDC pueden mejorar la eficiencia de transmisión de la política monetaria al tiempo que reducen los riesgos que plantean las criptomonedas privadas". En particular, enfatizó que las CBDC pueden combatir las actividades financieras ilegales a través de registros de transacciones rastreables, al tiempo que brindan a los consumidores costos de transacción más bajos que los sistemas de pago existentes. La postura de Carney está en línea con las tendencias de los bancos centrales globales, como el experimento del yuan digital del Banco Popular de China y el programa de euro digital del Banco Central Europeo.
Sin embargo, el complejo enfoque de Carney hacia las criptomonedas no es del todo negativo. Durante su mandato en la junta directiva de Stripe de 2021 a 2025, la compañía lanzó soluciones de pago habilitadas para criptomonedas que permiten a los comerciantes aceptar activos digitales como Bitcoin. Esto sugiere que Carney reconoce, al menos hasta cierto punto, el potencial de las criptomonedas en escenarios comerciales específicos, pero solo si están fuertemente reguladas. Carney dijo en una conferencia fintech en 2021 que "la tecnología blockchain tiene un potencial revolucionario en sí misma, pero su aplicación debe ser de interés público". Esta postura refleja el equilibrio entre su apoyo a la innovación tecnológica y sus reservas sobre la idea de descentralización. Es posible que esté más inclinado a utilizar la tecnología blockchain para escenarios controlados, como la gestión de la cadena de suministro, los pagos transfronterizos o la verificación de la identidad digital, en lugar de un ecosistema anárquico de criptomonedas.
El trasfondo de Carney en los bancos centrales lo hace extremadamente sensible a los riesgos del mercado financiero, lo que en cierta medida explica su actitud cautelosa hacia las criptomonedas. Como exdecisor que enfrentó la crisis financiera global y el Brexit, es muy consciente de las posibles repercusiones de la innovación financiera. En su discurso ante el Parlamento del Reino Unido en 2019, mencionó: "El rápido desarrollo de las criptomonedas requiere un marco de regulación coordinado a nivel global, de lo contrario, podríamos enfrentar una repetición de la crisis financiera de 2008." Este pensamiento sistémico lo lleva a preferir integrar las finanzas digitales en el sistema financiero existente, en lugar de permitir que crezcan de manera salvaje fuera de la regulación.
El " hechizo restrictivo " de las criptomonedas: ¿hacia dónde va Canadá?
El mandato del primer ministro Carney podría traer un entorno regulatorio cauteloso y estricto para la industria de las criptomonedas en Canadá. A diferencia del líder del Partido Conservador Pierre Poilievre, quien apoya públicamente las criptomonedas y critica la política anti-cripto de Trudeau, el programa de campaña de Carney enfatiza la innovación "prudente". Morva Rohani, directora ejecutiva del Consejo Web3 de Canadá, dijo a Cointelegraph que es poco probable que las criptomonedas se conviertan en un tema principal en las elecciones, ya que cuestiones más urgentes como la vivienda, la asequibilidad y los aranceles de Trump dominan la conversación. Sin embargo, los comentarios pasados de Carney sugieren que las finanzas digitales no serán ignoradas, solo estarán estrictamente reguladas.
En primer lugar, Carney podría impulsar el desarrollo de las CBDC. Su apoyo a largo plazo al dólar digital canadiense coincide con la exploración de la CBDC que está llevando a cabo el Banco de Canadá. A diferencia de la naturaleza descentralizada de Bitcoin, las CBDC otorgarán al gobierno un control total sobre las transacciones, lo que preocupa a los puristas de las criptomonedas. La memoria de la congelación de cuentas bancarias y transacciones de criptomonedas durante las protestas de los camioneros en 2022 por parte del gobierno de Trudeau aún está fresca, y Carney, al alinearse ideológicamente con Trudeau en la cuestión de las CBDC, podría intensificar las dudas del público sobre las criptomonedas.
En segundo lugar, la promesa de Carney de dar a Canadá una posición de liderazgo en "inteligencia artificial, tecnología e industrias digitales" podría brindar oportunidades para la innovación de blockchain, pero solo si está estrictamente restringida. Su plataforma hace hincapié en las reformas económicas impulsadas por la IA, y el potencial de la cadena de bloques para la gestión segura y transparente de los datos puede complementarla. Sin embargo, es probable que cualquier desarrollo de blockchain se lleve a cabo a través de un marco regulado y aprobado por el gobierno, y los protocolos descentralizados como Bitcoin y Ethereum pueden quedar marginados. Los usuarios de la plataforma X, como @JinJooWon, reflejaron este sentimiento, diciendo que las políticas de Carney podrían "encender la innovación de la cadena de bloques" pero dificultar la "descentralización".
En tercer lugar, el enfoque de Carney en los aranceles estadounidenses podría limitar el crecimiento de las criptomonedas. La guerra comercial de Trump, que incluye un arancel del 25% sobre el acero y el aluminio canadienses, y la amenaza más amplia de aranceles, han provocado temores de una recesión. La respuesta de Carney –aranceles de represalia y diversificación de socios comerciales– mostró una postura pragmática y de aversión al riesgo. En este contexto, la volatilidad y la incertidumbre regulatoria de las criptomonedas pueden verse como una carga en lugar de un activo.
Kani VS Trump y Trudeau: el fuego y el hielo de las criptomonedas
Para entender el impacto potencial de Carney sobre las criptomonedas, es necesario compararlo con el presidente de EE. UU. Trump y el ex primer ministro canadiense Justin Trudeau.
Donald Trump: el opuesto pro-cripto
La segunda presidencia de Trump, que comienza en enero de 2025, sorprendentemente se ha vuelto favorable a las criptomonedas. Firma una orden ejecutiva que prohíbe el CBDC en dólares, mientras establece reservas estratégicas en Bitcoin, contrastando marcadamente con su postura durante su primer mandato. Trump apoya las criptomonedas como una herramienta para combatir la inflación, lo que ha entusiasmado a la comunidad cripto estadounidense. Su política contrasta directamente con la posición de Carney, lo que podría generar tensiones en las relaciones entre Canadá y Estados Unidos.
Carney aboga por el control centralizado y las CBDC, mientras que la adopción de la descentralización por parte de Trump podría atraer flujos de inversión en criptomonedas a Estados Unidos. Las nuevas empresas canadienses de criptomonedas, que ya se enfrentan a una estricta regulación, pueden encontrar más atractivo a Estados Unidos. Además, los aranceles y las amenazas de anexión de Trump han dominado el discurso político de Canadá, restando importancia a cuestiones nacionales como la regulación de las criptomonedas. Carney está centrado en hacer frente a la agresión económica de Trump y es posible que no tenga tiempo para promulgar una política detallada sobre criptomonedas que refuerce aún más su postura conservadora.
Justin Trudeau: Continuidad y cambio
El predecesor de Carney, Trudeau, también tenía una actitud escéptica hacia las criptomonedas. En 2022, criticó la plataforma pro-cripto de Poilievre como "temeraria". El gobierno de Trudeau priorizó el desarrollo de CBDC y congeló las transacciones de criptomonedas durante las protestas de los camioneros en 2022 para frenar el financiamiento de las protestas. La opinión de Carney es altamente coherente con la postura de Trudeau sobre las CBDC, pero su experiencia en finanzas globales y su estilo tecnocrático lo hacen destacar.
La política de criptomonedas de Trudeau es reactiva, impulsada por crisis políticas, mientras que la política de Carney puede ser más proactiva, arraigada en la filosofía de su banco central. Su énfasis en la inteligencia artificial y la tecnología indica que su enfoque hacia las finanzas digitales es más estratégico, y podría integrar la blockchain en los servicios gubernamentales, manteniendo al mismo tiempo una distancia de descentralización. Sin embargo, a diferencia de Trudeau, quien ha sido legislador durante muchos años, Carney carece de experiencia política electa, lo que puede hacer que perciba menos agudamente el sentimiento público, especialmente el de los jóvenes canadienses que apoyan las políticas de criptomonedas.
Un camino largo por delante: el equilibrio entre innovación y control
La llegada de Carney a la oficina del Primer Ministro podría reflejar su filosofía de gobernanza más amplia en cuanto a políticas de criptomonedas: prudente, cautelosa y priorizando la estabilidad. Su escepticismo hacia Bitcoin y las finanzas descentralizadas proviene de su experiencia en el banco central, lo que sugiere que la industria de criptomonedas de Canadá enfrentará una regulación más estricta y un avance hacia las CBDC. Sin embargo, su compromiso con el liderazgo tecnológico abre la puerta a la innovación en blockchain, siempre que esté alineada con las prioridades del gobierno.
Para la comunidad criptográfica de Canadá, el desafío radica en impulsar la descentralización en un entorno regulado. La visión global de Carney y su experiencia en gestión de crisis lo convierten en un líder sólido, pero su enfoque de arriba hacia abajo puede chocar con el espíritu de abajo hacia arriba de las criptomonedas. Como dijo un usuario de X: "¿Las finanzas digitales despegarán, mientras que la descentralización luchará?" La cuestión no es si Carney dará forma al futuro criptográfico de Canadá — lo hará — sino si podrá encontrar un equilibrio entre la innovación y el control.
En comparación con la política pro-cripto de Trump y las medidas reactivas de Trudeau, la visión de Carney es tanto ambiciosa como cautelosa, un plan burocrático para la era tecnológica. Si esta visión puede elevar el liderazgo tecnológico de Canadá o aplastar su potencial cripto, aún está por verse. Actualmente, la atención mundial se centra en Carney, este banquero que enfrenta crisis, que se enfrenta a su mayor desafío hasta la fecha: guiar a Canadá a través de las aguas desconocidas de la guerra comercial, la revolución tecnológica y las finanzas digitales.