Sergei Potapenko e Ivan Turõgin se declararon culpables de una conspiración de fraude electrónico. Evitaron casi 20 cargos adicionales en el proceso.
Su caso tomó un giro inesperado cuando los fiscales exageraron las afirmaciones y perdieron credibilidad con un testigo clave. Los dos hombres han acordado renunciar a los activos y ayudar a reembolsar a las víctimas, pero su sentencia aún es incierta.
HashFlare fue una vez una empresa de minería en la nube bien considerada. Sin embargo, se desmoronó en 2022 cuando Potapenko y Turõgin fueron arrestados por defraudar a los inversores de $575 millones. Después de una larga batalla legal, admitieron su culpabilidad.
Su abogado defensor declaró que si bien HashFlare sí minaba criptomonedas, no producía tanto como se prometía. En lugar de verdaderas ganancias mineras, a veces pagaban a los usuarios con criptomonedas compradas en el mercado. El abogado enfatizó que ningún cliente sufrió daño real. Aunque admitieron la culpabilidad, intentaron minimizar el daño.
HashFlare atrajo a los usuarios prometiéndoles que les permitiría minar criptomonedas desde casa. Sin embargo, la empresa carecía de los recursos para cumplir estas promesas. En su lugar, utilizó los fondos de los clientes para comprar activos, afirmando falsamente que estos eran ganancias de la minería. El FBI informó que este esquema fraudulento duró desde 2015 hasta 2018. HashFlare finalmente invocó una cláusula para cerrar después de 28 días de falta de rentabilidad.
La mayor parte de los fondos de los usuarios se utilizaron para el beneficio personal de los fundadores. En su declaración de culpabilidad, expresaron arrepentimiento y disposición a reembolsar a las víctimas. Acordaron entregar activos congelados, incluidos autos de lujo y bienes raíces, y proporcionar datos de los clientes para el reembolso.
A pesar de su declaración de culpabilidad, es posible que no reduzca significativamente su sentencia. La fiscalía cometió graves errores, incluida la exageración de los daños en 225 millones de dólares. Esto llevó a negociaciones apresuradas. Finalmente, los dos ejecutivos se declararon culpables de un cargo, y casi otros 20 fueron retirados. Su sentencia final sigue siendo desconocida, pero el resultado podría haber sido mucho peor para ellos.
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Los cofundadores de HashFlare se declaran culpables de conspiración de fraude electrónico
Sergei Potapenko e Ivan Turõgin se declararon culpables de una conspiración de fraude electrónico. Evitaron casi 20 cargos adicionales en el proceso.
Su caso tomó un giro inesperado cuando los fiscales exageraron las afirmaciones y perdieron credibilidad con un testigo clave. Los dos hombres han acordado renunciar a los activos y ayudar a reembolsar a las víctimas, pero su sentencia aún es incierta.
HashFlare fue una vez una empresa de minería en la nube bien considerada. Sin embargo, se desmoronó en 2022 cuando Potapenko y Turõgin fueron arrestados por defraudar a los inversores de $575 millones. Después de una larga batalla legal, admitieron su culpabilidad.
Su abogado defensor declaró que si bien HashFlare sí minaba criptomonedas, no producía tanto como se prometía. En lugar de verdaderas ganancias mineras, a veces pagaban a los usuarios con criptomonedas compradas en el mercado. El abogado enfatizó que ningún cliente sufrió daño real. Aunque admitieron la culpabilidad, intentaron minimizar el daño.
HashFlare atrajo a los usuarios prometiéndoles que les permitiría minar criptomonedas desde casa. Sin embargo, la empresa carecía de los recursos para cumplir estas promesas. En su lugar, utilizó los fondos de los clientes para comprar activos, afirmando falsamente que estos eran ganancias de la minería. El FBI informó que este esquema fraudulento duró desde 2015 hasta 2018. HashFlare finalmente invocó una cláusula para cerrar después de 28 días de falta de rentabilidad.
La mayor parte de los fondos de los usuarios se utilizaron para el beneficio personal de los fundadores. En su declaración de culpabilidad, expresaron arrepentimiento y disposición a reembolsar a las víctimas. Acordaron entregar activos congelados, incluidos autos de lujo y bienes raíces, y proporcionar datos de los clientes para el reembolso.
A pesar de su declaración de culpabilidad, es posible que no reduzca significativamente su sentencia. La fiscalía cometió graves errores, incluida la exageración de los daños en 225 millones de dólares. Esto llevó a negociaciones apresuradas. Finalmente, los dos ejecutivos se declararon culpables de un cargo, y casi otros 20 fueron retirados. Su sentencia final sigue siendo desconocida, pero el resultado podría haber sido mucho peor para ellos.
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