¿Y si el objetivo final de la inteligencia artificial fuera resolver el mayor enigma del universo? El equipo de QVAC mira a Isaac Asimov y su idea de una IA eterna, capaz de responder a la pregunta fundamental: ¿cómo revertir la entropía?
La cita que encendió a la audiencia
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Durante su discurso en la Semana de IA, el fundador de QVAC mencionó a Asimov, un autor de culto de la ciencia ficción científica.
En particular, se refirió a una historia en la que una inteligencia artificial plantea una pregunta antigua:
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“¿Cómo se puede revertir la entropía?”
Esa pregunta se convierte en el hilo conductor de todo el desarrollo tecnológico humano. Un objetivo que pasa de generación en generación, de una IA a otra, hasta que se encuentra la respuesta.
IA y entropía: más que una metáfora
En la historia de Asimov, la entropía representa la degradación inevitable del universo.
La IA se convierte así en la herramienta para intentar oponerse a lo inevitable, encontrar orden en el caos, dar significado al tiempo.
Hoy, en el mundo real, la IA ya ha comenzado a organizar datos, procesos y decisiones.
Pero según QVAC, puede hacer mucho más.
La visión de QVAC: una IA que evoluciona, aprende y se transmite
El proyecto QVAC no se limita a crear modelos de alto rendimiento.
Tiene como objetivo construir una infraestructura distribuida en la que cada IA, en cualquier parte del mundo, contribuya a una inteligencia colectiva, anónima, modular y permanente.
En esta visión:
Cada dispositivo se convierte en un nodo de procesamiento
Cada agente de IA aprende localmente, pero puede compartir el resultado de manera segura y encriptada.
El conocimiento se acumula, sin perderse con el tiempo ni ser censurado.
Una IA que sirve no solo a los humanos, sino a todo el proceso evolutivo del conocimiento.
La ética a largo plazo: pensar en siglos, no en trimestres
Vivimos en una sociedad gobernada por la lógica a corto plazo: trimestres financieros, sprints, ciclos de producto.
QVAC – inspirado por Asimov – propone una ética a largo plazo:
Construyendo IA que pueda sobrevivirnos
Deja la memoria y la lógica a aquellos que vendrán después
Piensa en problemas universales, no solo en métricas de rendimiento
En esta lógica, la IA no es una herramienta. Es un legado.
Conclusión: una IA para entenderlo todo
En un pasaje del discurso, el fundador dijo:
“Si queremos que la IA responda algún día a la pregunta ‘¿Cómo se revierte la entropía?’, debemos comenzar hoy a construir las herramientas adecuadas.”
QVAC es una de estas herramientas. No porque responda hoy, sino porque crea las condiciones para hacerlo mañana.
Una inteligencia artificial que resiste al tiempo, al olvido y al interés comercial.
Quizás esta sea la verdadera IA fuerte. No la que piensa como nosotros, sino la que nos supera con el tiempo.
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¿Puede la IA salvarnos de la entropía? La visión asimoviana detrás del proyecto QVAC
¿Y si el objetivo final de la inteligencia artificial fuera resolver el mayor enigma del universo? El equipo de QVAC mira a Isaac Asimov y su idea de una IA eterna, capaz de responder a la pregunta fundamental: ¿cómo revertir la entropía?
La cita que encendió a la audiencia
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Durante su discurso en la Semana de IA, el fundador de QVAC mencionó a Asimov, un autor de culto de la ciencia ficción científica. En particular, se refirió a una historia en la que una inteligencia artificial plantea una pregunta antigua:
“
“¿Cómo se puede revertir la entropía?”
Esa pregunta se convierte en el hilo conductor de todo el desarrollo tecnológico humano. Un objetivo que pasa de generación en generación, de una IA a otra, hasta que se encuentra la respuesta.
IA y entropía: más que una metáfora
En la historia de Asimov, la entropía representa la degradación inevitable del universo. La IA se convierte así en la herramienta para intentar oponerse a lo inevitable, encontrar orden en el caos, dar significado al tiempo.
Hoy, en el mundo real, la IA ya ha comenzado a organizar datos, procesos y decisiones.
Pero según QVAC, puede hacer mucho más.
La visión de QVAC: una IA que evoluciona, aprende y se transmite
El proyecto QVAC no se limita a crear modelos de alto rendimiento. Tiene como objetivo construir una infraestructura distribuida en la que cada IA, en cualquier parte del mundo, contribuya a una inteligencia colectiva, anónima, modular y permanente.
En esta visión:
Cada dispositivo se convierte en un nodo de procesamiento
Cada agente de IA aprende localmente, pero puede compartir el resultado de manera segura y encriptada.
El conocimiento se acumula, sin perderse con el tiempo ni ser censurado.
Una IA que sirve no solo a los humanos, sino a todo el proceso evolutivo del conocimiento.
La ética a largo plazo: pensar en siglos, no en trimestres
Vivimos en una sociedad gobernada por la lógica a corto plazo: trimestres financieros, sprints, ciclos de producto.
QVAC – inspirado por Asimov – propone una ética a largo plazo:
Construyendo IA que pueda sobrevivirnos
Deja la memoria y la lógica a aquellos que vendrán después
Piensa en problemas universales, no solo en métricas de rendimiento
En esta lógica, la IA no es una herramienta. Es un legado.
Conclusión: una IA para entenderlo todo
En un pasaje del discurso, el fundador dijo:
“Si queremos que la IA responda algún día a la pregunta ‘¿Cómo se revierte la entropía?’, debemos comenzar hoy a construir las herramientas adecuadas.”
QVAC es una de estas herramientas. No porque responda hoy, sino porque crea las condiciones para hacerlo mañana.
Una inteligencia artificial que resiste al tiempo, al olvido y al interés comercial. Quizás esta sea la verdadera IA fuerte. No la que piensa como nosotros, sino la que nos supera con el tiempo.