En junio de 2025, el barril de pólvora en Oriente Medio se encendió nuevamente, y el conflicto entre Israel e Irán entró en una nueva fase de intensificación. Este conflicto no solo es una continuación de la larga enemistad entre ambas partes, sino que también ha atraído la atención mundial debido a la guerra de inteligencia sobre programas nucleares y ataques militares directos.
El contexto del conflicto: de la guerra de información al aumento de los ataques aéreos
El 7 de junio, Irán anunció en voz alta que había obtenido "miles de" documentos secretos sobre el programa nuclear de Israel, afirmando que esto era una acción de "ojo por ojo" en respuesta al robo de archivos nucleares iraníes por parte de la agencia de inteligencia israelí Mossad en 2018. Los medios estatales iraníes informaron que esta operación de inteligencia tomó meses y que los documentos implican las instalaciones nucleares y los planes estratégicos de Israel, con el objetivo de intimidar a Israel y aumentar la influencia en las negociaciones nucleares.
La parte israelí respondió rápidamente. El 12 de junio, comenzaron a circular en la plataforma X rumores de que Israel podría llevar a cabo acciones militares contra Irán, lo que provocó un aumento de la tensión en el mercado. En la madrugada del 13 de junio, la fuerza aérea israelí lanzó un ataque aéreo a gran escala de nombre no revelado contra Irán, con el objetivo de las instalaciones nucleares, bases militares y centros de producción de misiles en Teherán y sus alrededores. Según Al Jazeera, se escucharon explosiones constantes sobre Teherán, y el ministro de Defensa israelí, Katz, anunció posteriormente el estado de emergencia nacional, advirtiendo que Irán podría lanzar ataques de represalia con misiles y drones.
El usuario X reveló que Israel podría haber "decapitado" al jefe de estado mayor de las fuerzas armadas de Irán y a altos oficiales de la Guardia Revolucionaria, lo que ha generado especulaciones sobre un vacío de poder interno en Irán. Aunque las autoridades iraníes aún no han confirmado las bajas en la alta dirección, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán condenó el "acto de agresión" de Israel y prometió tomar "represalias devastadoras". El líder supremo de Irán, Ali Khamenei, se pronunció con cautela, afirmando que el ataque "no debe ser exagerado ni minimizado", lo que parece dejar espacio para posibles acciones de represalia.
Los detonantes del conflicto no se limitan a la guerra de inteligencia. El colapso del acuerdo de alto el fuego en Gaza desde marzo de 2025 ha sembrado peligros en la situación en Oriente Medio. Israel no ha cumplido con el compromiso de retirar sus tropas de Gaza en el acuerdo y, el 18 de marzo, lanzó la "Operación Fuerza y Espada" en Gaza, causando más de 400 muertes y provocando una fuerte condena de Irán. Además, Estados Unidos ha reanudado su política de "máxima presión" sobre Irán, intentando reducir las exportaciones de petróleo de Irán a "cero", lo que ha agravado aún más el sentimiento de confrontación de Irán.
Mercados financieros globales: aumento de la aversión al riesgo, mayor volatilidad
La escalada del conflicto entre Israel e Irán ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros globales. Tras la noticia del ataque aéreo del 13 de junio, el mercado rápidamente entró en modo de aversión al riesgo. El precio del oro aumentó rápidamente, superando los 3400 dólares/onza. El mercado del petróleo también experimentó fuertes fluctuaciones, debido al riesgo de bloqueo del estrecho de Ormuz controlado por Irán, y el precio del petróleo Brent se acercó a los 90 dólares por barril.
Si el conflicto se intensifica aún más, el precio del petróleo podría alcanzar cifras de tres dígitos, y la cadena de suministro global enfrentará serias amenazas.
En el mercado de valores, los principales índices bursátiles de Asia-Pacífico y Europa cayeron en general después de la apertura del 13 de junio. Los futuros del S&P 500 cayeron aproximadamente un 1.5%, y las acciones tecnológicas se vieron especialmente presionadas por preocupaciones sobre la cadena de suministro. En los mercados asiáticos, el índice Nikkei 225 y el índice Hang Seng cayeron un 2% y un 1.8%, respectivamente. Los analistas del mercado señalan que la incertidumbre en la situación de Oriente Medio podría obligar a los inversores a trasladarse de activos de alto riesgo a activos seguros como los bonos del Estado, y el rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años de EE.UU. ha retrocedido ligeramente.
Criptomonedas: caídas breves y incertidumbre a largo plazo
El mercado de criptomonedas reacciona de manera especialmente intensa a los riesgos geopolíticos. Tras el anuncio del ataque aéreo el 13 de junio, Bitcoin (BTC) cayó un 3.5% en 12 horas, acercándose a los 103,000 dólares; Ethereum (ETH) experimentó una caída aún mayor, de más del 8%, tocando un mínimo de 3436 dólares.
El usuario X @ordjingle se burla de que "los toros de la billetera de Bitcoin casi fueron aniquilados", reflejando el miedo en el mercado.
Las razones de esta caída son principalmente tres: primero, los conflictos geopolíticos suelen aumentar la demanda de activos refugio (como el oro y el dólar), debilitando la atractividad de las criptomonedas; en segundo lugar, Irán, como un país activo en el comercio de criptomonedas, ha visto su mercado interno caer en el caos debido a la presión dual de conflictos y sanciones, y en febrero, la suspensión por parte del banco central de Irán de los pagos en riales en los exchanges de criptomonedas ya ha restringido a 10 millones de usuarios, este conflicto podría suprimir aún más la demanda local; finalmente, la incertidumbre de la economía macro global está llevando a los inversores a reducir su exposición a activos de alta volatilidad, y el mercado de criptomonedas es el primero en verse afectado.
X usuario @NFTfafafa advierte que si el conflicto se convierte en una guerra total, el mercado de criptomonedas podría enfrentar una "caída sin precedentes".
Perspectivas: fijación de precios del riesgo en la incertidumbre
Actualmente, el enfrentamiento entre Israel e Irán ha entrado en una peligrosa espiral de "acción-reacción". El arsenal de misiles de Irán tiene la capacidad de atacar todo el territorio israelí, mientras que Israel cuenta con opciones militares para destruir el programa nuclear de Irán. Cualquier error de juicio por parte de cualquiera de los dos lados podría arrastrar a toda la región de Oriente Medio a una guerra de una magnitud sin precedentes.
Para el mercado global, esto significa que durante un tiempo en el futuro, la prima de riesgo geopolítico se mantendrá en niveles altos. Los inversores deben seguir de cerca el desarrollo posterior de los conflictos, la tendencia de los precios del petróleo y los posibles ajustes de políticas que los principales bancos centrales puedan adoptar para hacer frente a los posibles impactos económicos.
En el actual caos, tanto en los mercados financieros tradicionales como en el mundo de las criptomonedas, la tarea más fundamental es volver a valorar este nuevo y ya elevado riesgo.
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De la guerra encubierta al conflicto abierto: la escalada del conflicto entre Israel e Irán pone a los mercados globales al borde de un cuchillo.
En junio de 2025, el barril de pólvora en Oriente Medio se encendió nuevamente, y el conflicto entre Israel e Irán entró en una nueva fase de intensificación. Este conflicto no solo es una continuación de la larga enemistad entre ambas partes, sino que también ha atraído la atención mundial debido a la guerra de inteligencia sobre programas nucleares y ataques militares directos.
El contexto del conflicto: de la guerra de información al aumento de los ataques aéreos
El 7 de junio, Irán anunció en voz alta que había obtenido "miles de" documentos secretos sobre el programa nuclear de Israel, afirmando que esto era una acción de "ojo por ojo" en respuesta al robo de archivos nucleares iraníes por parte de la agencia de inteligencia israelí Mossad en 2018. Los medios estatales iraníes informaron que esta operación de inteligencia tomó meses y que los documentos implican las instalaciones nucleares y los planes estratégicos de Israel, con el objetivo de intimidar a Israel y aumentar la influencia en las negociaciones nucleares.
La parte israelí respondió rápidamente. El 12 de junio, comenzaron a circular en la plataforma X rumores de que Israel podría llevar a cabo acciones militares contra Irán, lo que provocó un aumento de la tensión en el mercado. En la madrugada del 13 de junio, la fuerza aérea israelí lanzó un ataque aéreo a gran escala de nombre no revelado contra Irán, con el objetivo de las instalaciones nucleares, bases militares y centros de producción de misiles en Teherán y sus alrededores. Según Al Jazeera, se escucharon explosiones constantes sobre Teherán, y el ministro de Defensa israelí, Katz, anunció posteriormente el estado de emergencia nacional, advirtiendo que Irán podría lanzar ataques de represalia con misiles y drones.
El usuario X reveló que Israel podría haber "decapitado" al jefe de estado mayor de las fuerzas armadas de Irán y a altos oficiales de la Guardia Revolucionaria, lo que ha generado especulaciones sobre un vacío de poder interno en Irán. Aunque las autoridades iraníes aún no han confirmado las bajas en la alta dirección, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán condenó el "acto de agresión" de Israel y prometió tomar "represalias devastadoras". El líder supremo de Irán, Ali Khamenei, se pronunció con cautela, afirmando que el ataque "no debe ser exagerado ni minimizado", lo que parece dejar espacio para posibles acciones de represalia.
Los detonantes del conflicto no se limitan a la guerra de inteligencia. El colapso del acuerdo de alto el fuego en Gaza desde marzo de 2025 ha sembrado peligros en la situación en Oriente Medio. Israel no ha cumplido con el compromiso de retirar sus tropas de Gaza en el acuerdo y, el 18 de marzo, lanzó la "Operación Fuerza y Espada" en Gaza, causando más de 400 muertes y provocando una fuerte condena de Irán. Además, Estados Unidos ha reanudado su política de "máxima presión" sobre Irán, intentando reducir las exportaciones de petróleo de Irán a "cero", lo que ha agravado aún más el sentimiento de confrontación de Irán.
Mercados financieros globales: aumento de la aversión al riesgo, mayor volatilidad
La escalada del conflicto entre Israel e Irán ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros globales. Tras la noticia del ataque aéreo del 13 de junio, el mercado rápidamente entró en modo de aversión al riesgo. El precio del oro aumentó rápidamente, superando los 3400 dólares/onza. El mercado del petróleo también experimentó fuertes fluctuaciones, debido al riesgo de bloqueo del estrecho de Ormuz controlado por Irán, y el precio del petróleo Brent se acercó a los 90 dólares por barril.
Si el conflicto se intensifica aún más, el precio del petróleo podría alcanzar cifras de tres dígitos, y la cadena de suministro global enfrentará serias amenazas.
En el mercado de valores, los principales índices bursátiles de Asia-Pacífico y Europa cayeron en general después de la apertura del 13 de junio. Los futuros del S&P 500 cayeron aproximadamente un 1.5%, y las acciones tecnológicas se vieron especialmente presionadas por preocupaciones sobre la cadena de suministro. En los mercados asiáticos, el índice Nikkei 225 y el índice Hang Seng cayeron un 2% y un 1.8%, respectivamente. Los analistas del mercado señalan que la incertidumbre en la situación de Oriente Medio podría obligar a los inversores a trasladarse de activos de alto riesgo a activos seguros como los bonos del Estado, y el rendimiento de los bonos del tesoro a 10 años de EE.UU. ha retrocedido ligeramente.
Criptomonedas: caídas breves y incertidumbre a largo plazo
El mercado de criptomonedas reacciona de manera especialmente intensa a los riesgos geopolíticos. Tras el anuncio del ataque aéreo el 13 de junio, Bitcoin (BTC) cayó un 3.5% en 12 horas, acercándose a los 103,000 dólares; Ethereum (ETH) experimentó una caída aún mayor, de más del 8%, tocando un mínimo de 3436 dólares.
El usuario X @ordjingle se burla de que "los toros de la billetera de Bitcoin casi fueron aniquilados", reflejando el miedo en el mercado.
Las razones de esta caída son principalmente tres: primero, los conflictos geopolíticos suelen aumentar la demanda de activos refugio (como el oro y el dólar), debilitando la atractividad de las criptomonedas; en segundo lugar, Irán, como un país activo en el comercio de criptomonedas, ha visto su mercado interno caer en el caos debido a la presión dual de conflictos y sanciones, y en febrero, la suspensión por parte del banco central de Irán de los pagos en riales en los exchanges de criptomonedas ya ha restringido a 10 millones de usuarios, este conflicto podría suprimir aún más la demanda local; finalmente, la incertidumbre de la economía macro global está llevando a los inversores a reducir su exposición a activos de alta volatilidad, y el mercado de criptomonedas es el primero en verse afectado.
X usuario @NFTfafafa advierte que si el conflicto se convierte en una guerra total, el mercado de criptomonedas podría enfrentar una "caída sin precedentes".
Perspectivas: fijación de precios del riesgo en la incertidumbre
Actualmente, el enfrentamiento entre Israel e Irán ha entrado en una peligrosa espiral de "acción-reacción". El arsenal de misiles de Irán tiene la capacidad de atacar todo el territorio israelí, mientras que Israel cuenta con opciones militares para destruir el programa nuclear de Irán. Cualquier error de juicio por parte de cualquiera de los dos lados podría arrastrar a toda la región de Oriente Medio a una guerra de una magnitud sin precedentes.
Para el mercado global, esto significa que durante un tiempo en el futuro, la prima de riesgo geopolítico se mantendrá en niveles altos. Los inversores deben seguir de cerca el desarrollo posterior de los conflictos, la tendencia de los precios del petróleo y los posibles ajustes de políticas que los principales bancos centrales puedan adoptar para hacer frente a los posibles impactos económicos.
En el actual caos, tanto en los mercados financieros tradicionales como en el mundo de las criptomonedas, la tarea más fundamental es volver a valorar este nuevo y ya elevado riesgo.