En el escenario financiero global, Bitcoin ya no es solo un "juguete" para los inversores, sino que gradualmente se está convirtiendo en parte de la estrategia nacional. En mayo de 2025, un gráfico titulado "Países que poseen Bitcoin" circuló en línea, revelando las tenencias de Bitcoin por varios países: Estados Unidos lidera con 207,189 monedas, que valen casi $2.2 mil millones; China le sigue de cerca con 194,000 monedas; países pequeños como Bután y El Salvador también figuran en la lista, con 13,029 y 6,089 monedas respectivamente. En total, 529,705 Bitcoins son poseídos por gobiernos de todo el mundo, lo que representa el 2.522% del suministro total de Bitcoin. Sin embargo, un nombre ausente del gráfico ha suscitado recientes discusiones: Pakistán. Este país del sur de Asia anunció el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin a nivel nacional y se comprometió a "nunca vender". Este movimiento no solo coloca a Pakistán a la vanguardia de las criptomonedas, sino que también plantea la pregunta: ¿por qué cada vez más países pequeños están tan ansiosos por adoptar Bitcoin?
La estrategia de Bitcoin de Pakistán se ha lanzado en medio de gran expectación. En mayo de 2025, en la conferencia "Bitcoin 2025" celebrada en Las Vegas, EE. UU., Bilal Bin Saqib, Asistente Especial del Primer Ministro y Asesor en Asuntos de Blockchain y Criptomonedas, anunció que Pakistán establecerá una reserva estratégica de Bitcoin a nivel nacional, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos al mantener estos activos a largo plazo. La inspiración para este plan es claramente visible: el gobierno de EE. UU. posee 207,189 Bitcoins, valorados en aproximadamente $2.196 mil millones, lo que representa el 0.987% del suministro total de Bitcoin, convirtiéndose en un referente para muchos países. Aunque la escala específica de las tenencias de Pakistán aún no se ha hecho pública, sus ambiciones ya son evidentes.
La estrategia de Bitcoin de Pakistán va más allá de solo reservas. El gobierno también ha anunciado la asignación de 2000 megavatios de electricidad excedente para la minería de Bitcoin y centros de datos de inteligencia artificial. Esta iniciativa aborda directamente los puntos críticos de energía del país: los proyectos de energía a base de carbón como Sahiwal y Qasim Port están operando actualmente a solo el 15% de su capacidad, lo que lleva a un desperdicio significativo de energía. A través de la minería, Pakistán espera convertir esta "energía ociosa" en valor económico. Basado en el precio actual de Bitcoin (alrededor de $106,000 por moneda), cada Bitcoin minado podría generar ingresos sustanciales para el país. Más importante aún, este plan también ha atraído la atención de inversores extranjeros, con el gobierno atrayendo a varias delegaciones de empresas mineras a través de incentivos fiscales.
Al mismo tiempo, el marco de gestión de activos digitales de Pakistán también está acelerando su mejora. El 22 de mayo de 2025, se estableció oficialmente la Autoridad de Activos Digitales de Pakistán (PDAA), responsable de regular el comercio de criptomonedas, aplicaciones DeFi y tokenización de activos, así como de promover la aplicación de la tecnología blockchain en los asuntos gubernamentales, registros de tierras y el sector financiero. La creación de la PDAA fue propuesta por el Comité de Criptomonedas de Pakistán, con asesores que incluyen al ex CEO de Binance, Zhao Changpeng, inyectando experiencia internacional en la formulación de políticas. La PDAA también tiene la tarea de promover la tokenización de la deuda nacional y apoyar a las startups de Web3, intentando convertir a Pakistán en un centro de criptomonedas en el sur de Asia.
La base de usuarios de criptomonedas en Pakistán también es impresionante. Se espera que para 2025, el número de usuarios de criptomonedas en el país supere los 27 millones, lo que representa más del 10% de la población total (247 millones). Esta cifra no solo refleja el entusiasmo de la población joven por los activos digitales, sino que también proporciona apoyo público al gobierno para promover una economía cripto. Desde la energía hasta las políticas, y hasta la base de usuarios, la estrategia de Bitcoin de Pakistán avanza en múltiples dimensiones.
Pakistán no es un caso aislado. Mirando a nivel global, los países pequeños han estado explorando activamente el sector de Bitcoin. Bután, una pequeña nación al pie del Himalaya, se ha convertido en un “jugador invisible” en la minería de Bitcoin gracias a sus abundantes recursos hidroeléctricos. Según los últimos datos, Bután posee 13,029 Bitcoins, valorados en aproximadamente $138 millones, lo que representa el 0.062% del suministro total. Estos Bitcoins han sido acumulados a través de la minería por la empresa estatal Druk Holdings, y el bajo costo de la energía hidroeléctrica le da a Bután una ventaja competitiva en la minería.
El Salvador es el pionero de la estrategia de Bitcoin del pequeño país. En 2021, esta nación centroamericana se convirtió en la primera del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal y ha continuado aumentando sus reservas. A partir de mayo de 2025, El Salvador posee 6,089 Bitcoins, valorados en aproximadamente $64.53 millones, lo que representa el 0.029% del suministro total. Sus ganancias no realizadas de las reservas de Bitcoin han alcanzado los $357 millones, demostrando los retornos que traen los aumentos de precios. Sin embargo, el viaje de Bitcoin de El Salvador no ha sido fácil. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzó un acuerdo de préstamo de $1.4 mil millones con él en diciembre de 2024, pero exigió que el tamaño de la reserva existente se mantuviera sin cambios y que se modificara la "Ley de Bitcoin" para eliminar el requisito de que el sector privado acepte Bitcoin. La postura cautelosa del FMI refleja otro lado de Bitcoin: es tanto una oportunidad como un posible riesgo financiero.
Las tenencias de Bitcoin de Ucrania llevan las marcas de la guerra. Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, Ucrania recaudó más de $100 millones a través de donaciones en criptomonedas, convirtiéndose en una fuente importante para sus 46,351 Bitcoins (que valen aproximadamente $491 millones). La política criptográfica de Ucrania es relativamente abierta, atrayendo a un gran número de startups de Web3, con sus tenencias de Bitcoin representando el 0.221% del total, ocupando un lugar destacado entre los países pequeños.
En contraste, los 66 Bitcoins (por un valor de aproximadamente $6.99 millones) en Georgia parecen insignificantes, posiblemente una tenencia simbólica de activos confiscados temprano, y aún no se ha formado una estrategia nacional clara.
Detrás de los pequeños países que adoptan Bitcoin está la interconexión de múltiples factores, incluidos aspectos económicos, geopolíticos y tecnológicos. Primero, Bitcoin se considera una herramienta para protegerse contra las dificultades económicas. Muchos pequeños países enfrentan presiones por reservas de divisas insuficientes, inflación o altos niveles de deuda. Por ejemplo, la deuda pública de El Salvador representa más del 90% de su PIB, y Pakistán también soporta una pesada carga de deuda. La volatilidad de los mercados financieros tradicionales —como la caída de los precios de las acciones y los bajos rendimientos de los bonos— ha llevado a estos países a buscar Bitcoin como un activo alternativo. Su naturaleza descentralizada lo hace inmune a las restricciones de la política monetaria de un solo país, especialmente bajo un sistema financiero dominado por el dólar, Bitcoin ofrece a los pequeños países una forma potencial de aumentar su autonomía económica.
En segundo lugar, la utilización de energía es una fuerza impulsora directa detrás de la estrategia de Bitcoin de los pequeños países. La minería hidroeléctrica de Bután y el plan de distribución de energía de 2000 megavatios de Pakistán son similares. Muchos pequeños países tienen energía renovable subutilizada o electricidad excedente, y la minería de Bitcoin no solo puede monetizar estos recursos, sino también atraer a empresas mineras internacionales y firmas tecnológicas. Si los proyectos de carbón de Pakistán pueden lograr una operación a plena carga a través de la minería, no solo podría reducir el desperdicio de electricidad, sino también potencialmente traer ingresos significativos en divisas al país.
Además, la política de Bitcoin se ha convertido en un "imán" para atraer inversión extranjera. En el auge global de Web3 y blockchain, pequeños países están atrayendo startups y flujos de capital a través de políticas criptográficas indulgentes. El ecosistema criptográfico de Ucrania ha fomentado varias startups de Web3, y el PDAA de Pakistán también tiene como objetivo apoyar a las startups. Esta estrategia no solo trae inversión directa, sino que también promueve la transferencia de tecnología y el crecimiento del empleo.
Finalmente, las consideraciones geopolíticas juegan un papel importante en la estrategia de Bitcoin de los pequeños países. En el sistema financiero internacional dominado por el dólar, los pequeños países a menudo se encuentran en una posición pasiva. La naturaleza descentralizada de Bitcoin lo convierte en una posible "arma financiera", ayudando a los pequeños países a ganar más voz en el juego global. Pakistán ha declarado explícitamente que su estrategia de Bitcoin está inspirada en el plan de reservas de EE. UU., y la política de reservas de Bitcoin promovida por la administración Trump en 2025 alienta aún más a otros países a seguir su ejemplo.
A diferencia de los países pequeños, los Bitcoin que poseen los grandes países provienen en su mayoría de confiscaciones por parte de las fuerzas del orden. Los 207,189 Bitcoins que posee Estados Unidos provienen principalmente de activos confiscados por el FBI en el caso de Silk Road; los 194,000 Bitcoins que posee China también provienen de confiscaciones de activos ilegales; los 61,000 Bitcoins que posee el Reino Unido son igualmente el resultado de acciones de las fuerzas del orden. Las tenencias de Bitcoin de estos grandes países se asemejan más a una "ganancia inesperada" en lugar de una estrategia proactiva.
Los países pequeños tienden a acumular Bitcoin a través de la minería o compras políticas. Los 13,029 Bitcoins de Bután provienen de la minería hidroeléctrica, mientras que los 6,089 Bitcoins de El Salvador son un producto de la estrategia nacional. Los 46,351 Bitcoins de Ucrania, aunque parcialmente provienen de donaciones, también reflejan su adopción proactiva de políticas de criptomonedas. Aunque la proporción de tenencias de Bitcoin en los países pequeños es baja (totalizando 2.522%), su importancia estratégica es mayor, con el objetivo de lograr diversificación económica o cubrir riesgos a través de Bitcoin.
Cabe destacar que Alemania liquidó sus reservas de Bitcoin (aproximadamente 50,000 monedas) en 2024 para saldar deudas. Este movimiento contrasta fuertemente con la estrategia de tenencia a largo plazo de países más pequeños y también refleja la divergencia en las políticas de Bitcoin entre las principales potencias.
El camino para que los pequeños países adopten Bitcoin no es sencillo, ya que el escrutinio del Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre está presente. El caso de El Salvador es el más representativo. En diciembre de 2024, el FMI alcanzó un acuerdo de préstamo de 1.4 mil millones de dólares con El Salvador, pero le exigió mantener el nivel actual de reservas de Bitcoin y enmendar la Ley de Bitcoin para eliminar la obligación del sector privado de aceptar Bitcoin. El FMI advirtió que las reservas de Bitcoin podrían agravar el riesgo de deuda de El Salvador. No obstante, El Salvador ha mostrado un fuerte desempeño en reformas económicas y aseguró el próximo préstamo de 120 millones de dólares del FMI.
La situación de Pakistán es más orientada hacia el futuro. Su Agencia de Gestión de Activos Digitales (PDAA) enfatizó el cumplimiento de los estándares regulatorios del GAFI (Grupo de Acción Financiera) desde el principio, intentando ganar espacio de política bajo la supervisión del FMI. La política de criptomonedas de Pakistán no se limita a las reservas de Bitcoin, sino que también incluye la amplia aplicación de la tecnología blockchain en los asuntos gubernamentales y el sector financiero, lo que puede proporcionar mayor flexibilidad en las negociaciones con el FMI debido a este "planteamiento integral."
La postura cautelosa del FMI refleja la naturaleza dual de Bitcoin: es tanto una oportunidad para que los países pequeños transformen sus economías como una posible amenaza a la estabilidad financiera. A medida que los países pequeños adoptan Bitcoin, deben encontrar un equilibrio entre la innovación y el cumplimiento.
Comparado con otros países pequeños, la estrategia de Bitcoin de Pakistán tiene su singularidad. Primero, su dividendo demográfico y su base de usuarios de criptomonedas le proporcionan un vasto potencial de mercado. Con 27 millones de usuarios de criptomonedas, no solo son un grupo de consumidores, sino también una fuerza impulsora para la innovación tecnológica en blockchain. En segundo lugar, los recursos energéticos de Pakistán y su ubicación geográfica lo convierten en un posible centro de criptomonedas en Asia del Sur. El plan de distribución de energía de 2000 megavatios no solo absorbe energía excedente, sino que también puede atraer inversiones de empresas mineras en el Medio Oriente y China.
Sin embargo, los desafíos son igualmente significativos. La infraestructura energética envejecida de Pakistán y los proyectos de carbón pueden enfrentar presiones ambientales. Además, la volatilidad del mercado de criptomonedas podría representar una amenaza para su valor de reserva. Aunque las reservas de Bitcoin de El Salvador han generado una ganancia de $357 millones, también han experimentado fluctuaciones de precios severas. Más importante aún, Pakistán necesita avanzar con cautela en sus políticas bajo el marco regulatorio del FMI para evitar condiciones de préstamo restrictivas.
La estrategia de Bitcoin de Pakistán es un microcosmos de cómo los países pequeños están abrazando la economía digital. Desde la minería hidroeléctrica de Bután hasta el experimento fiduciario de El Salvador, y las donaciones en tiempos de guerra de Ucrania, estas naciones ven esperanza para la recuperación económica en la ola de Bitcoin. Bitcoin no es solo un activo; también es un nexo de energía, tecnología y geopolítica. Los países pequeños están utilizando Bitcoin en un intento de encontrar su lugar en el sistema financiero global.
Sin embargo, esta apuesta no está exenta de riesgos. La volatilidad de Bitcoin, las presiones regulatorias del FMI y las limitaciones de infraestructura podrían frustrar las ambiciones de las pequeñas naciones. Pero como dijo Bilal Bin Saqib en la conferencia "Bitcoin 2025": "Una vez malentendida, ahora imparable." Para Pakistán y innumerables pequeñas naciones, Bitcoin no es solo un activo, sino una creencia: no desean estar ausentes en el futuro de la economía digital.
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En el escenario financiero global, Bitcoin ya no es solo un "juguete" para los inversores, sino que gradualmente se está convirtiendo en parte de la estrategia nacional. En mayo de 2025, un gráfico titulado "Países que poseen Bitcoin" circuló en línea, revelando las tenencias de Bitcoin por varios países: Estados Unidos lidera con 207,189 monedas, que valen casi $2.2 mil millones; China le sigue de cerca con 194,000 monedas; países pequeños como Bután y El Salvador también figuran en la lista, con 13,029 y 6,089 monedas respectivamente. En total, 529,705 Bitcoins son poseídos por gobiernos de todo el mundo, lo que representa el 2.522% del suministro total de Bitcoin. Sin embargo, un nombre ausente del gráfico ha suscitado recientes discusiones: Pakistán. Este país del sur de Asia anunció el establecimiento de una reserva estratégica de Bitcoin a nivel nacional y se comprometió a "nunca vender". Este movimiento no solo coloca a Pakistán a la vanguardia de las criptomonedas, sino que también plantea la pregunta: ¿por qué cada vez más países pequeños están tan ansiosos por adoptar Bitcoin?
La estrategia de Bitcoin de Pakistán se ha lanzado en medio de gran expectación. En mayo de 2025, en la conferencia "Bitcoin 2025" celebrada en Las Vegas, EE. UU., Bilal Bin Saqib, Asistente Especial del Primer Ministro y Asesor en Asuntos de Blockchain y Criptomonedas, anunció que Pakistán establecerá una reserva estratégica de Bitcoin a nivel nacional, siguiendo el ejemplo de los Estados Unidos al mantener estos activos a largo plazo. La inspiración para este plan es claramente visible: el gobierno de EE. UU. posee 207,189 Bitcoins, valorados en aproximadamente $2.196 mil millones, lo que representa el 0.987% del suministro total de Bitcoin, convirtiéndose en un referente para muchos países. Aunque la escala específica de las tenencias de Pakistán aún no se ha hecho pública, sus ambiciones ya son evidentes.
La estrategia de Bitcoin de Pakistán va más allá de solo reservas. El gobierno también ha anunciado la asignación de 2000 megavatios de electricidad excedente para la minería de Bitcoin y centros de datos de inteligencia artificial. Esta iniciativa aborda directamente los puntos críticos de energía del país: los proyectos de energía a base de carbón como Sahiwal y Qasim Port están operando actualmente a solo el 15% de su capacidad, lo que lleva a un desperdicio significativo de energía. A través de la minería, Pakistán espera convertir esta "energía ociosa" en valor económico. Basado en el precio actual de Bitcoin (alrededor de $106,000 por moneda), cada Bitcoin minado podría generar ingresos sustanciales para el país. Más importante aún, este plan también ha atraído la atención de inversores extranjeros, con el gobierno atrayendo a varias delegaciones de empresas mineras a través de incentivos fiscales.
Al mismo tiempo, el marco de gestión de activos digitales de Pakistán también está acelerando su mejora. El 22 de mayo de 2025, se estableció oficialmente la Autoridad de Activos Digitales de Pakistán (PDAA), responsable de regular el comercio de criptomonedas, aplicaciones DeFi y tokenización de activos, así como de promover la aplicación de la tecnología blockchain en los asuntos gubernamentales, registros de tierras y el sector financiero. La creación de la PDAA fue propuesta por el Comité de Criptomonedas de Pakistán, con asesores que incluyen al ex CEO de Binance, Zhao Changpeng, inyectando experiencia internacional en la formulación de políticas. La PDAA también tiene la tarea de promover la tokenización de la deuda nacional y apoyar a las startups de Web3, intentando convertir a Pakistán en un centro de criptomonedas en el sur de Asia.
La base de usuarios de criptomonedas en Pakistán también es impresionante. Se espera que para 2025, el número de usuarios de criptomonedas en el país supere los 27 millones, lo que representa más del 10% de la población total (247 millones). Esta cifra no solo refleja el entusiasmo de la población joven por los activos digitales, sino que también proporciona apoyo público al gobierno para promover una economía cripto. Desde la energía hasta las políticas, y hasta la base de usuarios, la estrategia de Bitcoin de Pakistán avanza en múltiples dimensiones.
Pakistán no es un caso aislado. Mirando a nivel global, los países pequeños han estado explorando activamente el sector de Bitcoin. Bután, una pequeña nación al pie del Himalaya, se ha convertido en un “jugador invisible” en la minería de Bitcoin gracias a sus abundantes recursos hidroeléctricos. Según los últimos datos, Bután posee 13,029 Bitcoins, valorados en aproximadamente $138 millones, lo que representa el 0.062% del suministro total. Estos Bitcoins han sido acumulados a través de la minería por la empresa estatal Druk Holdings, y el bajo costo de la energía hidroeléctrica le da a Bután una ventaja competitiva en la minería.
El Salvador es el pionero de la estrategia de Bitcoin del pequeño país. En 2021, esta nación centroamericana se convirtió en la primera del mundo en adoptar Bitcoin como moneda de curso legal y ha continuado aumentando sus reservas. A partir de mayo de 2025, El Salvador posee 6,089 Bitcoins, valorados en aproximadamente $64.53 millones, lo que representa el 0.029% del suministro total. Sus ganancias no realizadas de las reservas de Bitcoin han alcanzado los $357 millones, demostrando los retornos que traen los aumentos de precios. Sin embargo, el viaje de Bitcoin de El Salvador no ha sido fácil. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alcanzó un acuerdo de préstamo de $1.4 mil millones con él en diciembre de 2024, pero exigió que el tamaño de la reserva existente se mantuviera sin cambios y que se modificara la "Ley de Bitcoin" para eliminar el requisito de que el sector privado acepte Bitcoin. La postura cautelosa del FMI refleja otro lado de Bitcoin: es tanto una oportunidad como un posible riesgo financiero.
Las tenencias de Bitcoin de Ucrania llevan las marcas de la guerra. Durante el conflicto entre Rusia y Ucrania, Ucrania recaudó más de $100 millones a través de donaciones en criptomonedas, convirtiéndose en una fuente importante para sus 46,351 Bitcoins (que valen aproximadamente $491 millones). La política criptográfica de Ucrania es relativamente abierta, atrayendo a un gran número de startups de Web3, con sus tenencias de Bitcoin representando el 0.221% del total, ocupando un lugar destacado entre los países pequeños.
En contraste, los 66 Bitcoins (por un valor de aproximadamente $6.99 millones) en Georgia parecen insignificantes, posiblemente una tenencia simbólica de activos confiscados temprano, y aún no se ha formado una estrategia nacional clara.
Detrás de los pequeños países que adoptan Bitcoin está la interconexión de múltiples factores, incluidos aspectos económicos, geopolíticos y tecnológicos. Primero, Bitcoin se considera una herramienta para protegerse contra las dificultades económicas. Muchos pequeños países enfrentan presiones por reservas de divisas insuficientes, inflación o altos niveles de deuda. Por ejemplo, la deuda pública de El Salvador representa más del 90% de su PIB, y Pakistán también soporta una pesada carga de deuda. La volatilidad de los mercados financieros tradicionales —como la caída de los precios de las acciones y los bajos rendimientos de los bonos— ha llevado a estos países a buscar Bitcoin como un activo alternativo. Su naturaleza descentralizada lo hace inmune a las restricciones de la política monetaria de un solo país, especialmente bajo un sistema financiero dominado por el dólar, Bitcoin ofrece a los pequeños países una forma potencial de aumentar su autonomía económica.
En segundo lugar, la utilización de energía es una fuerza impulsora directa detrás de la estrategia de Bitcoin de los pequeños países. La minería hidroeléctrica de Bután y el plan de distribución de energía de 2000 megavatios de Pakistán son similares. Muchos pequeños países tienen energía renovable subutilizada o electricidad excedente, y la minería de Bitcoin no solo puede monetizar estos recursos, sino también atraer a empresas mineras internacionales y firmas tecnológicas. Si los proyectos de carbón de Pakistán pueden lograr una operación a plena carga a través de la minería, no solo podría reducir el desperdicio de electricidad, sino también potencialmente traer ingresos significativos en divisas al país.
Además, la política de Bitcoin se ha convertido en un "imán" para atraer inversión extranjera. En el auge global de Web3 y blockchain, pequeños países están atrayendo startups y flujos de capital a través de políticas criptográficas indulgentes. El ecosistema criptográfico de Ucrania ha fomentado varias startups de Web3, y el PDAA de Pakistán también tiene como objetivo apoyar a las startups. Esta estrategia no solo trae inversión directa, sino que también promueve la transferencia de tecnología y el crecimiento del empleo.
Finalmente, las consideraciones geopolíticas juegan un papel importante en la estrategia de Bitcoin de los pequeños países. En el sistema financiero internacional dominado por el dólar, los pequeños países a menudo se encuentran en una posición pasiva. La naturaleza descentralizada de Bitcoin lo convierte en una posible "arma financiera", ayudando a los pequeños países a ganar más voz en el juego global. Pakistán ha declarado explícitamente que su estrategia de Bitcoin está inspirada en el plan de reservas de EE. UU., y la política de reservas de Bitcoin promovida por la administración Trump en 2025 alienta aún más a otros países a seguir su ejemplo.
A diferencia de los países pequeños, los Bitcoin que poseen los grandes países provienen en su mayoría de confiscaciones por parte de las fuerzas del orden. Los 207,189 Bitcoins que posee Estados Unidos provienen principalmente de activos confiscados por el FBI en el caso de Silk Road; los 194,000 Bitcoins que posee China también provienen de confiscaciones de activos ilegales; los 61,000 Bitcoins que posee el Reino Unido son igualmente el resultado de acciones de las fuerzas del orden. Las tenencias de Bitcoin de estos grandes países se asemejan más a una "ganancia inesperada" en lugar de una estrategia proactiva.
Los países pequeños tienden a acumular Bitcoin a través de la minería o compras políticas. Los 13,029 Bitcoins de Bután provienen de la minería hidroeléctrica, mientras que los 6,089 Bitcoins de El Salvador son un producto de la estrategia nacional. Los 46,351 Bitcoins de Ucrania, aunque parcialmente provienen de donaciones, también reflejan su adopción proactiva de políticas de criptomonedas. Aunque la proporción de tenencias de Bitcoin en los países pequeños es baja (totalizando 2.522%), su importancia estratégica es mayor, con el objetivo de lograr diversificación económica o cubrir riesgos a través de Bitcoin.
Cabe destacar que Alemania liquidó sus reservas de Bitcoin (aproximadamente 50,000 monedas) en 2024 para saldar deudas. Este movimiento contrasta fuertemente con la estrategia de tenencia a largo plazo de países más pequeños y también refleja la divergencia en las políticas de Bitcoin entre las principales potencias.
El camino para que los pequeños países adopten Bitcoin no es sencillo, ya que el escrutinio del Fondo Monetario Internacional (FMI) siempre está presente. El caso de El Salvador es el más representativo. En diciembre de 2024, el FMI alcanzó un acuerdo de préstamo de 1.4 mil millones de dólares con El Salvador, pero le exigió mantener el nivel actual de reservas de Bitcoin y enmendar la Ley de Bitcoin para eliminar la obligación del sector privado de aceptar Bitcoin. El FMI advirtió que las reservas de Bitcoin podrían agravar el riesgo de deuda de El Salvador. No obstante, El Salvador ha mostrado un fuerte desempeño en reformas económicas y aseguró el próximo préstamo de 120 millones de dólares del FMI.
La situación de Pakistán es más orientada hacia el futuro. Su Agencia de Gestión de Activos Digitales (PDAA) enfatizó el cumplimiento de los estándares regulatorios del GAFI (Grupo de Acción Financiera) desde el principio, intentando ganar espacio de política bajo la supervisión del FMI. La política de criptomonedas de Pakistán no se limita a las reservas de Bitcoin, sino que también incluye la amplia aplicación de la tecnología blockchain en los asuntos gubernamentales y el sector financiero, lo que puede proporcionar mayor flexibilidad en las negociaciones con el FMI debido a este "planteamiento integral."
La postura cautelosa del FMI refleja la naturaleza dual de Bitcoin: es tanto una oportunidad para que los países pequeños transformen sus economías como una posible amenaza a la estabilidad financiera. A medida que los países pequeños adoptan Bitcoin, deben encontrar un equilibrio entre la innovación y el cumplimiento.
Comparado con otros países pequeños, la estrategia de Bitcoin de Pakistán tiene su singularidad. Primero, su dividendo demográfico y su base de usuarios de criptomonedas le proporcionan un vasto potencial de mercado. Con 27 millones de usuarios de criptomonedas, no solo son un grupo de consumidores, sino también una fuerza impulsora para la innovación tecnológica en blockchain. En segundo lugar, los recursos energéticos de Pakistán y su ubicación geográfica lo convierten en un posible centro de criptomonedas en Asia del Sur. El plan de distribución de energía de 2000 megavatios no solo absorbe energía excedente, sino que también puede atraer inversiones de empresas mineras en el Medio Oriente y China.
Sin embargo, los desafíos son igualmente significativos. La infraestructura energética envejecida de Pakistán y los proyectos de carbón pueden enfrentar presiones ambientales. Además, la volatilidad del mercado de criptomonedas podría representar una amenaza para su valor de reserva. Aunque las reservas de Bitcoin de El Salvador han generado una ganancia de $357 millones, también han experimentado fluctuaciones de precios severas. Más importante aún, Pakistán necesita avanzar con cautela en sus políticas bajo el marco regulatorio del FMI para evitar condiciones de préstamo restrictivas.
La estrategia de Bitcoin de Pakistán es un microcosmos de cómo los países pequeños están abrazando la economía digital. Desde la minería hidroeléctrica de Bután hasta el experimento fiduciario de El Salvador, y las donaciones en tiempos de guerra de Ucrania, estas naciones ven esperanza para la recuperación económica en la ola de Bitcoin. Bitcoin no es solo un activo; también es un nexo de energía, tecnología y geopolítica. Los países pequeños están utilizando Bitcoin en un intento de encontrar su lugar en el sistema financiero global.
Sin embargo, esta apuesta no está exenta de riesgos. La volatilidad de Bitcoin, las presiones regulatorias del FMI y las limitaciones de infraestructura podrían frustrar las ambiciones de las pequeñas naciones. Pero como dijo Bilal Bin Saqib en la conferencia "Bitcoin 2025": "Una vez malentendida, ahora imparable." Para Pakistán y innumerables pequeñas naciones, Bitcoin no es solo un activo, sino una creencia: no desean estar ausentes en el futuro de la economía digital.